7.4.09

Teoría de la verdad y la concepción de la realidad

Mi verdad: El Comienzo

Está claro que la verdad absoluta no existe. Hay tantas verdades como personas en el mundo, ya que cada ser tiene su verdad, acorde a su propia realidad y el punto desde donde la mira. En la búsqueda y evaluación de la verdad propia, no hay lugar a individualismos. Conformamos nuestra verdad acorde a las que nos rodean, pudiendo estar en acuerdo o desacuerdo, en mayor o menor medida, con otras verdades. Nuestra realidad depende de la de los demás, porque viendo a otras personas logramos vernos a nosotros mismos.
Siendo seres desconectados de nuestro entorno, nunca seremos capaces de comprender las cuestiones básicas de nuestra humanidad, así como no llegaremos a encontrar nuestro lugar en éste mundo.
Las relaciones humanas, si bien, en casos, inentendibles, son las que dan cuenta de nuestra existencia en la Tierra. Formamos lazos de mayor o menor afectividad con nuestros pares, por situaciones varias como la familia, el colegio o el barrio. Buscamos interactuar con otras personas para comparar realidades, aprender de las diferencias sobre la percepción de la otra persona, y conformar nuestra propia percepción.
Dentro de lo personal, el entendimiento con las personas forma parte crucial de nuestra actitud hacia las relaciones, tanto de pareja, de amistad o familiares. Si no somos capaces de entender, ni hacernos entender con la gente que nos rodea, no lograremos avanzar en éstas relaciones. Se creará así una especie de límite imaginario impuesto por nosotros mismos, que obligará a nuestro entorno a permanecer fuera de él.
Somos un rejunte de experiencias y dudas existenciales, algunos más, otros menos, pero todos hacemos una autoevalución de nuestra forma de ser, nuestros pensamientos y nuestro motivo de existencia. Quienes dudamos de la condición única de la persona, nos referimos al concepto de "Humanidad". Dentro de éste puede existir una suerte de regla general, aplicable a determinados grupos de personas en algunos casos, y a otros grupos en otros casos.
En mi caso, busco comprender ciertas actitudes de mi entorno, que encuentro familiares o parecidas a mis propias actitudes. La idea es comprobar si esas reacciones son casualidades o forman parte del concepto de "ser humano". Tomando como base el hecho de que somos lo que nos rodea, es lógico pensar que ciertas actitudes sean un reflejo de lo que entendemos de los demás. Al llegar a comprender el por qué de ciertas acciones, quizás sea más fácil comprender el propio por qué; la verdad propia, la realidad percibida y el motivo de nuestra vida.
La lista de dudas existenciales es larga e irrepetible, cada cuál se plantea las cuestiones que desea comprender de si mismo, así como el metódo con el que las resolverá. No a todos nos preocupa en la misma medida el hecho de comprendernos, así como hay metodos distintos. Hay quienes predican que primero has de comprenderte, luego comprenderás a los demás. Habíendo intentando éste metódo a conciencia sin obtener resultado, me propongo hacerlo al revés. Buscaré comprender el por qué de los demás y elaborar el mio en base a eso.
En éste entendimiento se plantean afinidades y diferencias sustanciales, que son motivo de estudio y elaboración para llegar a una verdad final, no así única por lo ya nombrado al comienzo.

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