25.4.09

Teoría de la verdad y la concepción de la realidad

Independencia dependiente

Desde que nacemos hasta que morimos mantenemos relaciones de dependencia con otras personas, y en algunos casos con simples objetos. Así mismo, nos nace de dentro una naturaleza independiente y proclamamos esa "libertad" que significa hacer las cosas por uno mismo sin responder a ningún anexo. Sin embargo, nunca adquirimos por completo esa independencia, ya sea porque la sociedad no nos lo permite o porque en el fondo no la deseamos. Nos cuesta hacernos a la idea de valernos por nosotros mismos y nuestros medios, porque se tiene una idea relacionada a la soledad.
Tememos pensar que no nos hace falta nadie, aunque en la realidad nunca podría suceder ésto. Dependemos de muchisima gente, directa o indirectamente. Si queremos trabajar, dependemos de que alguien nos de trabajo. Si queremos estudiar, dependemos de alguien que nos enseñe. Y así con todas las cuestiones básicas de la sociedad estructurada.
Esas dependencias inevitables las extrapolamos a otros ámbitos en los que, en verdad, podríamos ser independientes. Dependemos de amigos, parejas, y otras yerbas, para realizar cuestiones que deberíamos ser capaces de resolver por nuestros medios. Sentimos miedo a enfrentarnos a éste mundo sin ver a nuestro lado a otro ser con el mismo miedo. Quizás ese miedo nos haga sentir más afines al prójimo, compartiendo el aprendizaje del vivir, pero pérdiendo la experiencia de sabernos suficientes para afrontar una realidad que siempre nos mantendrá solos ante los problemas. Nadie sufrirá nuestros problemas al mismo nivel que nosotros.
De ésta manera, necesitaremos siempre de alguien para compartir el peso de tomar una decisión, la idea de un cambio de rumbo o la resolución de un problema personal. Puede ser que nos asuste la reacción de los demás con respecto a nuestra independencia, y tenemos miedo de perder la relación de codependencia en los aspectos básicos. Vale decir que nos atemoriza ser independientes del todo, por lo que preferimos ser absolutamente dependientes.

20.4.09

Teoría de la verdad y la concepción de la realidad

Ego y Alter Ego

Al contrario de lo que puede pensar la mayoría de la gente, el ego no tiene porqué ser narcisismo. El ego es parte del respeto personal que se tiene, tanto fisico como mental. Existe exageraciones de éste respeto, que llegan a malformarse en egocentrismo; concepto que no tiene que estar imperativamente únido al ego. Así, las personas invierten tiempo y dinero en su estética personal de manera extralimitada, en muchos casos por "ir a la moda" o formar parte de determinado grupo social. Por contrario, pocas personas son las que cuidan su mente tanto como su fisico, derivando en que el ego sea una cuestión mayoritariamente de estética.
De ésta manera se da a luz un alter ego; una personalidad para mostrar a los demás. Creamos una fachada exterior para encajar en los margenes de la sociedad, acorde a lo que ésta dicta bajo su "moral estética". Tanto los que siguen una corriente "pro-sociedad" como los que se jactan de su conducta "anti-social" se basan en ésta moral; unos son acordes a ésta, otros hacen todo lo contrario, pero ambos forman parte de estereotipos.
Si bien no todo el mundo está dentro de éstos grupos, a todos nos marca en mayor o menor medida esa regla generalista, aunque cierta.
En la realidad (( La mía, claro está )), el ego conforma un respeto que no tiene nada que ver con el exterior, siendo éste último todo lo ajeno al cuerpo. Es un respeto a la integridad mental, tanto como a la fisica. El ejercicio del cerebro es uno de los pasos fundamentales para conformar el pensamiento. Ese ejercicio es el que forma la personalidad del ser, la opinión, y las leyes que marcarán la moral propia.
En cuanto a lo fisico, se entiende por respeto el no autolastimarse, cuidar medianamente la salud y no desdeñar nuestra integridad.
El ego conforma nuestro ser, mostrandose en nuestras costumbres, nuestros gestos, y reflejandose en nuestro entorno. Conlleva al amor y respeto propio, que nunca debe exagerarse a merced del egocentrismo.
Asi mismo, el alter ego se puede representar como nuestro "yo" en los demás, es decir, lo que representamos para los demás. Esa concepción que tiene una persona sobre nosotros, es una parte nuestra. Puede ser tan cierta como incierta, pero siempre es motivo de lo que dejamos ver a los demás sobre nosotros.

El equilibrio entre ambas partes marcará también el equilibrio con nuestro entorno. Si nuestro ego es acorde a nuestros alter egos, mantendremos una buena relación con los demás. Aunque ésto es difícil, ya que no con todos actuamos igual, ni dejamos ver todas las partes de nuestro ego. De ésta manera, algunos alter egos se definirán por las circunstancias en las que los compartamos. Es decir, a una persona con la que se interactua exclusivamente en determinada actividad, solo nos verá como esa actividad; Es el caso de los compañeros, colegas, etc. Cada uno tendrá el concepto de nosotros acorde a lo que ve durante el tiempo que compartimos, sin ahondar en una relación más allá de lo cordial.

7.4.09

Teoría de la verdad y la concepción de la realidad

Mi verdad: El Comienzo

Está claro que la verdad absoluta no existe. Hay tantas verdades como personas en el mundo, ya que cada ser tiene su verdad, acorde a su propia realidad y el punto desde donde la mira. En la búsqueda y evaluación de la verdad propia, no hay lugar a individualismos. Conformamos nuestra verdad acorde a las que nos rodean, pudiendo estar en acuerdo o desacuerdo, en mayor o menor medida, con otras verdades. Nuestra realidad depende de la de los demás, porque viendo a otras personas logramos vernos a nosotros mismos.
Siendo seres desconectados de nuestro entorno, nunca seremos capaces de comprender las cuestiones básicas de nuestra humanidad, así como no llegaremos a encontrar nuestro lugar en éste mundo.
Las relaciones humanas, si bien, en casos, inentendibles, son las que dan cuenta de nuestra existencia en la Tierra. Formamos lazos de mayor o menor afectividad con nuestros pares, por situaciones varias como la familia, el colegio o el barrio. Buscamos interactuar con otras personas para comparar realidades, aprender de las diferencias sobre la percepción de la otra persona, y conformar nuestra propia percepción.
Dentro de lo personal, el entendimiento con las personas forma parte crucial de nuestra actitud hacia las relaciones, tanto de pareja, de amistad o familiares. Si no somos capaces de entender, ni hacernos entender con la gente que nos rodea, no lograremos avanzar en éstas relaciones. Se creará así una especie de límite imaginario impuesto por nosotros mismos, que obligará a nuestro entorno a permanecer fuera de él.
Somos un rejunte de experiencias y dudas existenciales, algunos más, otros menos, pero todos hacemos una autoevalución de nuestra forma de ser, nuestros pensamientos y nuestro motivo de existencia. Quienes dudamos de la condición única de la persona, nos referimos al concepto de "Humanidad". Dentro de éste puede existir una suerte de regla general, aplicable a determinados grupos de personas en algunos casos, y a otros grupos en otros casos.
En mi caso, busco comprender ciertas actitudes de mi entorno, que encuentro familiares o parecidas a mis propias actitudes. La idea es comprobar si esas reacciones son casualidades o forman parte del concepto de "ser humano". Tomando como base el hecho de que somos lo que nos rodea, es lógico pensar que ciertas actitudes sean un reflejo de lo que entendemos de los demás. Al llegar a comprender el por qué de ciertas acciones, quizás sea más fácil comprender el propio por qué; la verdad propia, la realidad percibida y el motivo de nuestra vida.
La lista de dudas existenciales es larga e irrepetible, cada cuál se plantea las cuestiones que desea comprender de si mismo, así como el metódo con el que las resolverá. No a todos nos preocupa en la misma medida el hecho de comprendernos, así como hay metodos distintos. Hay quienes predican que primero has de comprenderte, luego comprenderás a los demás. Habíendo intentando éste metódo a conciencia sin obtener resultado, me propongo hacerlo al revés. Buscaré comprender el por qué de los demás y elaborar el mio en base a eso.
En éste entendimiento se plantean afinidades y diferencias sustanciales, que son motivo de estudio y elaboración para llegar a una verdad final, no así única por lo ya nombrado al comienzo.